ZONAS LINGÜÍSTICAS AMERICANAS |
El sistema educacional fue, quizás, uno de los factores determinantes en el establecimiento de diferencias lingüísticas, pues ya en 1538 la escuela de Santo Domingo se convirtió en la Universidad de Santo Tomás de Aquino, y en la misma ciudad se creó la Universidad de Santiago de la Paz en 1540, mientras que la Universidad de Córdoba (Argentina) fue creada en 1613.
Finalmente, otra de las causas de la diferenciación dialectal se refiere a la época de la colonización, ya que la ciudad más antigua, Santo Domingo, fue fundada casi en el momento de la llegada de Colón a América, mientras que Montevideo se fundó en 1722.
Sin embargo, estos intentos de zonificación no siempre han sido fecundos, debido a que no se cuenta con datos precisos o suficientes en cada lugar, por ejemplo, a través de la elaboración de atlas lingüísticos; pero, a pesar de lo anterior, algunos autores coinciden en distinguir las siguientes zonas: 1) México y sur de los Estados Unidos, 2) Caribe, 3) zona andina, 4) zona rioplatense y 5) zona chilena, aunque se han llegado a postular hasta dieciséis zonas.
Entre las distintas zonas se observan diferencias, por ejemplo, en el plano léxico, como ocurre en los siguientes casos: autobús (España) es guagua (Cuba), micro (Chile), buseta (Colombia), colectivo (Argentina), camión (México); cazadora (España) es chamarra (México), chompa (Colombia, Ecuador), chaqueta (Panamá, Venezuela, Paraguay), casaca (Chile, Perú); manta (España) es cobija (Colombia, Honduras, Ecuador), frazada (Perú, Bolivia, Chile, Argentina), cobertor (México), frisa (República Dominicana, Puerto Rico).
Pero las diferencias no abarcan sólo aspectos léxicos, sino también, aunque en menor grado, fonéticos y morfosintácticos.
Por ejemplo, diferente realización del fonema s (desde la aspiración en Chile o Argentina, hasta la s ciceada —pronunciada como z— de algunos puntos de Colombia y Puerto Rico y, sobre todo, en El Salvador, Honduras, Nicaragua y costas de Venezuela); palatalización de j en Chile (mujer suena mujier) o aspiración de la misma en República Dominicana; confusión de y o ll (que se distinguen en algunas zonas, mientras que en otras se confunden a favor de y, como en la mayor parte de Hispanoamérica), o diferencias en el sistema vocálico (debilitación de vocales intermedias en México y timbre cerrado de las vocales en Ecuador, Perú, Bolivia y norte de Chile por influjo quechua). En cuanto a diferencias morfosintácticas, éstas son bastante menos frecuentes, como la alternancia de los diminutivos -it- e -ic- (ratito, ratico), construcciones gramaticales diversas, como “¿Qué tú sabes?”, corriente en Centroamérica y Caribe, y “¿Tú sabés?”, habitual en el resto del territorio.
Además, un fenómeno constantemente citado es el voseo (uso del pronombre vos como tratamiento familiar), con sus correspondientes formas verbales en algunas zonas y niveles socioculturales (vos tenés, común en Argentina, o vos tenís, vulgar en Chile, variantes de tenéis), en oposición al tuteo.